Como un leitmotiv musical, estos bonitos motivos decorados a mano son deliciosamente recurrentes. Se repiten desde la antigüedad y luego se repiten alegremente en una pared, un salpicadero o el marco de una chimenea. Algunos recuerdan al jardín, otros evocan herrajes decorativos o calados o carpintería, o incluso evocan las ingeniosas curvas de un globo aerostático. Hay algo familiar y reconfortante en cada uno de estos patrones, como un estribillo musical favorito que vuelve una y otra vez, a la vez reconfortante y edificante.